miércoles, 13 de marzo de 2019
RiEnd-a
Siento tus manos sujetando mis tobillos.
Se deslizan suavemente por mis piernas, bordean mis rodillas y siguen su camino hasta llegar a definir mis muslos.
Tus dedos, se abren paso hacia mis caderas.
Presionas ligeramente con las yemas, con la esperanza de ver tus huellas tatuadas en mí.
Subes sinuosamente por el abdomen, tejiendo un dibujo en cada milímetro que encuentras a tu alcance.
No quieres dejar un ínfimo detalle sin descubrir.
Asciendes a mis pechos y los muerdes en un osado cóctel de rabia y ternura.
Mis clavículas sienten ahora el calor de tus jadeos, deja que tu lengua juegue con ellas.
Mientras, tu respiración algo agitada, se acerca a mi cuello.
Ansia incontrolada por hacerte con él.
Lames mis lóbulos y los pellizcas delicadamente con tus dientes, para luego besar la silueta de mi mandíbula en busca de unos labios que lamer, morder y donde insinuar un juego apenas acaba de empezar.
Tus manos, recorren mis brazos al mismo tiempo, para encontrarse con las mias y entrelazar así nuestros dedos, que se anudarán con fuerza para dejarse llevar.
Mis palmas hacia arriba, las tuyas quizás.
Arquear la espalda, disparar los latidos, subir las pulsaciones...
Confundamos nuestros perfumes: Quiero oler a ti!
Permitamos que algo efímero y fugaz se torne eterno, dando rienda suelta a nuestros pensamientos.
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